Límites

¿Por qué nos cuesta poner límites?

Primero que todo porque muchas veces ni siquiera los sabemos identificar, nuestra falta de autoconocimiento y desconexión de nuestra emociones hacen que sea difícil decir : hasta aquí está bien o no para mí.

Segundo, por nuestro deseo de aceptación, que se resume en miedo al rechazo; nos da pánico no complacer al otro por miedo a que nos rechace, a qué piense mal de nosotros y no podamos seguir manteniendo una relación, sea cual fuere.

Tercero porque aunque conociéramos nuestros limites y no tuviéramos miedo al rechazo, no sabemos comunicarlos asertivamente, y el miedo al conflicto o a no expresarnos bien nos detiene. 

¿Te pasa que te “comes” lo que piensas y sientes y luego te pones en situaciones incómodas, y no sabes cómo salir de allí?

¿Qué hacer para aprender a ponerlos ?

1. Identifícalo:
- Autoconocimiento: meditación, reflexión, llevar un diario.
- Conecta con tus emociones y responsabilízate de ellas.
- Sensibiliza tu cuerpo : movimiento, respiración ( yoga 🥰)
- Identifica qué te agrede o incómoda? Revisa el mensaje a fondo, no te quedes en la superficie, no en las necesidades del ego para que otros satisfagan, revisa en las necesidades para garantizar tu bienestar que normalmente están motivadas por el amor y no por el miedo, y además las puedes satisfacer tu mism@.

2. Establece la estrategia
Establece la estrategia adecuada para que tu mism@ respetes tus límites y así mismo los demás

3. Comunícalo con asertividad :
- El “NO” es una respuesta válida, hay muchas personas que no lo han estrenado! Es importante hacerlo para ello aprende a comunicarte asertivamente, de manera que expreses tu emociones, establezcas tu límites con amor y proponiendo alternativas.
- Mi abuela decía “tranquilidad” viene de tranca 😉 me parece válido, pero no a la antigua, a las malas, con agresividad... ya sabemos que eso es un disparo en el propio pie.

Parece largo , pero es una linda práctica para incorporar.

¿Quieres aprender a conectar contigo a diario como primer paso ? Te recomiendo mi curso “Haz de la meditación un hábito”; o si quieres ir mucho más profundo en ti y en conocerte, te recomiendo “Expande tu consciencia y aprende a ser feliz” 🙂🙏🏼

¿Y por qué me parece clave el tema?

Porque he padecido por no identificarlos, no reconocerlos, no ponerlos y tooodas las consecuencias correspondientes en muchas áreas de mi vida.

Y creo que es un aprendizaje permanente, que se va refinando en la medida que maduramos emocionalmente, nos vamos conociendo, vamos conociendo nuestros límites, es decir, hasta dónde podemos llegar y hasta dónde no nos interesa.

Pero cuando vamos en automático es muy fácil que nuestro deseo de encajar, de sentirnos aceptados por los demás, de mostrarnos de cierta manera; nos sobrepasen y terminemos haciendo cosas que no queríamos. Pero ahí reside la magia, cuando nos “damos cuenta” 😍

Pero si nos damos cuenta de aquello que no queremos vivir y seguimos permitiéndolo, es en dónde nos hacemos daño a nosotros mismos y usualmente, en nuestra frustración inconsciente culpamos a los demás y queremos que ellos cambien.

¿Identificas una situación así? ¿En qué ya identifiques aquello que no quieres y no lo puedas expresar ?

Los limites nos dan libertad

¿Pareciera contradictorio no?
Cuando logramos saber hasta dónde está bien para nosotros ir en cualquier situación o relación y podemos comunicarlo asertivamente, es en dónde experimentamos una liberación, tenemos la energía enfocada en lo que deseamos y no en aquello que nos hace sentir mal.

La energía que gastamos pensado en cómo nos sentimos vulnerados por otros, empodera nuestra mente de víctima y es una frecuencia muy baja que no honra nuestra esencia.

Cuando nuestro límite está claro nos da la libertad de usar nuestra energía en aquello que resuene con nuestra alma, para usar nuestra creatividad y expandir lo que nos llena, entramos en la frecuencia de co-creación, nuestra chispa divina 🥰

Nuestro límites son el fundamento y las raíces de nuestra expansión 🦋